martes, 15 de marzo de 2011

Come on, Japan!

Al igual que todos vosotros, llevo desde el sábado pasado siguiendo las noticias del tsunami a Japón.

Supongo que todos sabéis que, el viernes pasado, hubo un terremoto de 8.9 a la escala de Richter en las costas noroeste de Japón, a las 14h46 hora local, sacudiendo violentamente las prefecturas de Miyagi y Fukushima, seguido, media hora después, por un terrible tsunami que recorrió 5km tierra adentro. Provocó, y sigue provocando, miles de víctimas; mortales, desaparecidas y desplazadas (de momento no se dispone de cifras exactas). Hay una racionalización completa de la energía nacional (Ya que con el desastre las centrales nucleares, que representaban un 20% del suministro de electricidad del país, quedaron inutilizadas), de la comida, del agua potable...

El orden y el comportamiento individual y colectivo que hay en ese país a pesar de la catástrofe es ADMIRABLE. El Gobierno japonés declaró el estado de emergencia de inmediato y organizó todas las maniobras para rescatar supervivientes, evacuar las zonas de más peligro (tanto por repercusiones del tsunami como por las explosiones en las centrales nucleares a Fukushima, Onagawa y Tokâi), y, días después, intentar realzar la economía más endeudada del mundo a pesar de todos los contras que les cayó encima en sólo cuatro días. La gente hace una cola perfecta y paciente en los supermercados para obtener su pequeña parte de comida y agua potable que les toca, llegando, incluso, desde otros puntos de su país; no se ven peleas, ni pánico, ni caos general en estos días de tristeza y penuria que viven miles de personas. Y merecen, no un minuto de silencio, sino cien por ésto.

A pesar de sólo recibir ciertas imágenes, aquí en España (y, de hecho, en cualquier otro lugar del mundo, seamos realistas), nos pasa ésto y nos ponemos histéricos, a matarnos entre nosotros para comer el primero, y en ningún sitio se vería tal disciplina. Y quienes dicen "sería divertido" (que ya escuché unos cuantos idiotas decir ésto), me gustaría verlos en su situación, porque seguro que ellos serían los primeros en lloriquear y llamar a mami para socorrerles y limpiarles el culo porque se han cagado.

Desearía tanto hacer algo para ayudar, sin embargo nuestras cortas edades y nuestros presupuestos limitados no nos dejan si no rogar para que puedan salirse de ésta lo más rápido posible. Si alguien sabe de algún punto de voluntariado cerca, que no dude en comentarlo.

Ánimo, Japón, tú puedes, eres un Gran País.

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